Este loft industrial, que se encuentra en Estocolmo, me maravilló desde el primer momento por el gran contraste que hay en toda la vivienda. La división de los espacios se crea a través de cristaleras con detalles metálicos que contrarrestan la sobriedad de las tradicionales molduras blancas que encontramos en el techo.
Parece que se trata del estudio de un artista@, como se desprende del
espacio con la pared llena de pruebas de color, los cuadros amontonados o la
gran cantidad de herramientas de pinturas que son la antítesis de la sobriedad
del comedor con las sillas Eames en color blanco y el resto de elementos
(sofás, sillones y mesas) en madera. Estas a su vez hacen de espejo a la
cocina, con la pared en bruto, en ladrillo visto, que rompe la monotonía con la
nevera Smeg con un estampado de la bandera italiana.
Sin lugar a dudas, un loft llenos de contrastes. Feliz semana a
tod@s!!
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