No hace falta que os diga que la decoración en tonos pastel es
tendencia. Pero a veces para personas “no ñoñas” es difícil adaptar esa
tonalidad al día a día. Personalmente soy de las que piensan que es mejor
introducirla en pequeños detalles, ya que si no puede llegar a cansar, o
incluso a ser empalagosa.
Además, si simplemente damos un “toque de color” en vez de cubrir la
mayoría de las habitaciones con esta tonalidad, siempre podemos ir cambiando.
Quizá, si como yo sois inquietas con la decoración, este es el mejor consejo.
Y vosotros, ¿os atrevéis con el pastel a gran escala o mejor en
pequeños detalles?
Nos vemos a la vuelta de Semana Santa. ¡Que lo paséis bien!
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