Por casualidades de la vida, os habrá pasado a muchos de vosotros, empecé a
enlazar una página con otra y así sucesivamente hasta que de repente aparecí en
una inmobiliaria sueca. En ese preciso instante me quedaron claras dos cosas:
la primera que mi amor incondicional hacia el estilo nórdico iba a ser difícil
de romper y la segunda y más importante es que nadie vende un piso mejor
que los suecos.
Este piso que os traigo me llamó la atención las dimensiones del
mismo, viendo la amplitud de las estancias, que hasta tiene una zona de
comer en la cocina, nunca pensé que tendría 55 m2 . No sé si sois
habituales de las páginas de inmobiliarias españolas, pero cada vez que veo un
baño con el papel higiénico encima del wáter, las toallas sucias, las fregonas
en medio, o la cocina que parece que se ha celebrado las fiestas mayores del
pueblo en él, solo pienso la cantidad de cosas que tenemos que aprender. Ya no
es sólo ordenar la casa (al menos para intentar venderla/alquilarla) si no el
cuidado con el que están hechas las fotos.
Mientras...seguiré creyendo que aún hay esperanza…
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